sábado, 25 de septiembre de 2010

Análisis Ética para Amador de Fernando Savater por Nicole Bizama

PRIMER CAPÍTULO: DE QUÉ VA LA ÉTICA
El autor en este primer capítulo hace alusión al estudio de las ciencias; de los diferentes estudios que las personas pueden llevar a cabo con conocimiento e interés. Si bien intenta fundamentar que no podemos tener conocimiento de todas las prácticas de la vida; en cuanto a adquirir conocimientos, siempre podemos elegir y ante esto él enuncia la siguiente frase: “Como nadie es capaz de saberlo todo, no hay más remedio que elegir y aceptar con humildad lo mucho que ignoramos. Analizando esta frase a modo personal creo que existen diversas maneras de contribuir en esta tierra; una de tantas maneras es conocer y estudiar a modo personal ciertas disciplinas y/o carreras que permitan al hombre desempeñarse con responsabilidad y compromiso con el mismo y con el resto de la humanidad.
También quisiera analizar otra frase que llamó más mi atención de este capítulo, es la siguiente: “ciertas cosas nos convienen y a lo que nos conviene solemos llamarlo «bueno» porque nos sienta bien; otras, en cambio, nos sientan pero que muy mal y a todo eso lo llamamos «malo»”.

SEGUNDO CAPÍTULO: ÓRDENES, COSTUMBRES Y CAPRICHOS
En este segundo capítulo Fernando S. hace referencia a que no siempre está claro qué cosas son las que nos convienen hacer; relacionado con la filosofía anterior: de que hay cosas que nos convienen para vivir y otras no. Es por ello que  ciertas circunstancias de la vida; por ejemplo la rutina que llevamos a diario nos imponen elegir entre opciones que no hemos preferido. En este contexto puedo mencionar las diferencias que el autor nombra entre: órdenes, costumbres y caprichos. Cada uno de esos motivos inclina tu conducta (Amador) en una dirección u otra, explica más o menos la  preferencia por hacer lo que haces frente a las otras muchas cosas que podrías hacer. El autor resalta que las órdenes y costumbres provienen de lo externo al ser humano; se imponen sin solicitar permiso alguno; y que el capricho nace espontáneamente; sin que nadie lo ordene o mande.

TERCER CAPÍTULO: HAZ LO QUE QUIERAS
En este tercer capítulo el autor le reitera a Amador la importancia sobre la libertad; en la cual quiere relacionar las órdenes, las costumbre y el capricho del actuar. Fernando S. quiere dar a entender a su hijo que en ciertas ocasiones de la vida resulta conveniente seguir y atender  a las órdenes y costumbres; así también a los caprichos que pueda sentir. Todos éstos pueden ser aceptables y agradables al momento de decidir con libertad.  “Pero nunca una acción es buena sólo por ser una orden, una costumbre o un capricho”. Para saber si algo me resulta de veras conveniente o no tendré que examinar lo que hago más a fondo, razonando por mí mismo. Nadie puede ser libre, elegir o buscar por tu persona.
Cuando se es un niño pequeño, inmaduro, con poco conocimiento de la vida y de la realidad basta con la obediencia, la rutina o el capricho. Porque todavía se está dependiendo de alguien mayor. Luego hay que hacerse adulto, es decir, ser capaz de inventar en cierto modo la propia vida y no simplemente de vivir la que otros han inventado para uno. Llevar a la práctica lo moral y lo ético.

CUARTO CAPÍTULO: DATE LA BUENA VIDA
En este cuarto capítulo el escritor le explicita a Amador –su hijo- cuál es la veraz connotación de: “Haz lo que quieras”. Le expresa por medio de ella que él mismo debe decidir y preguntarse qué hacer con su vida; desde el fuero de su propia voluntad. Fernando S. le reitera que su «haz lo que quieras» es más que una forma de decirle que tome en serio el problema de su libertad (Amador). Le aconseja que él tiene la facultad de responsabilizarse por escoger su camino y que no se pregunte con demasiado malestar si «merece la pena» todo sobre la libertad, porque quiera o no será libre, quiera o no tiene que querer en la vida.
También le enfatiza que este “haz lo que quieras” es una cosa y otra cosa bien distinta es que haga lo primero que le venga en gana al momento de surgir un capricho.
Le aconseja que “darse una buena vida” debe estar sustentado en llevar a cabo una buena vida humana; es decir, en establecer relaciones con los otros seres humanos. La buena vida humana es buena vida entre seres humanos.

QUINTO CAPITULO: ¡DESPIERTA, BABY!
En este quinto capítulo el autor vuelve a enfatizar sobre la filosofía de: “darse una buena vida”; Fernando S. explica una diferencia entre querer tener una buena vida (que es un anhelo universal de cada ser humano) y en el qué consiste tener una buena vida. Y es que querer la buena vida no es un querer cualquiera; se fija en la realidad compleja de cada individuo. En la realidad que cada persona vive de una forma distinta, el escritor intenta explicarle a su hijo por medio de una analogía que las “personas no son cosas”; y que es relevante el tratar con otros personas; porque de esta manera nos humanizamos unos con otros. Al tratar a las personas como a personas y no como a cosas (es decir, al tomar en cuenta lo que quieren o lo que necesitan y no sólo lo que puedo sacar de ellas) estaremos haciendo posible que devuelvan lo que sólo una persona puede darle a otra: la amistad, el respeto, el amor y  la fidelidad.

SEXTO CAPÍTULO: APARECE PEPITO GRILLO
En este sexto capítulo Fernando Savater le explica a su hijo que existen diferentes tipos de “imbecilidad”. Entendiéndose como imbécil a aquella persona que requiere de un bastón y/o ayuda para caminar. El autor describe 5 tipos de imbéciles; los cuales necesitan apoyarse de cosas externas o ajenas, pero nada tiene que ver esto con la propia libertad del ser humano.
Ante la definición y epidemiología de esta palabra, el autor explica a Amador que no confunda la imbecilidad, con lo que a menudo se llama: “ser imbécil”. Intenta dar a entender que las personas podemos ser imbéciles para ciertas actividades de la vida diaria; como por ejemplo: las matemáticas; sin embargo no podemos serlo para la buena vida; por ende, para la moral.
Si  bien la imbecilidad está al acecho y no perdona, como explica Fernando S. en cualquier área es preciso prestar atención y esforzarse todo lo posible por aprender; de tal manera de desarrollar una “conciencia moral” que te permita adquirir responsabilidad al momento de ejecutar la libertad; y todo lo que trae consigo cuando la mal empleamos (la culpa, el remordimiento, el egoísmo, etc.)

SÉPTIMO CAPÍTULO: PONTE EN SU LUGAR
En este séptimo capítulo Fernando S. le explica Amador cuál es la esencia y ocupación de la ética.
El autor relata que la ética trata de cómo vivir bien entre humanos. Sin embargo hay criterios distintos acerca de lo aceptable y lo inaceptable. Una característica del ser humano es la imitación, por lo que el ejemplo que se le da a los semejantes es básico. Tratar a las personas humanamente es saber ponerse en su lugar; ser consciente que, pese a las diferencias que entre todos existen, siempre se está de algún modo dentro de los semejantes; o reconocer sus derechos y razones para considerarle igual de real y serio como uno mismo. Los propios intereses no son malos, pero sí relativos; el único absoluto es el de ser humano entre los humanos que conduce a la buena vida.

OCTAVO CAPÍTULO: TANTO GUSTO
En este capítulo el escritor Fernando S. le explica a Amador que la frase de “sexo inmoral” es errada; ya que la moral no se dedica a juzgar cómo la gente actúa de forma intima con sus genitales. Con el sexo las personas no buscan hacer daño a otras personas. Por ello no debe existir temor al placer, ni recelo al expresarlo.
El disfrutar del placer y de un acto sexual que conlleva a un vínculo de amor no es inmoral, no daña a ninguno y por ende no hay nada de malo en ello. Como consecuencia de este acto surgen funciones; como es “la procreación” que impone obligaciones éticas directas sobre otro ser humano (un hijo) y que está ligada a la responsabilidad como algo ineludible de la libertad.
El autor explica a su hijo la diferencia entre los mecanismos sexuales de reproducción que nos diferencian de los animales. El sexo es un mecanismo de reproducción para los hombres, como también para los animales; pero en los hombres produce muchos efectos (además del placer) por ejemplo la poesía lírica que lleva a enamorarse y el matrimonio que ningún animal conoce.

NOVENO CAPITULO: ELECCIONES GENERALES
En este noveno y último capítulo Fernando S. le explica a Amador  acerca de la política y la ética en ámbitos de moralidad o inmoralidad. Ambas no se encuentran tan alejadas al relacionarse en nuestra sociedad; que si bien alguna de ellas es mal definida es necesario ratificar que la ética no es un arma destinada a atacar la autoestima del prójimo. Ambas disciplinas buscan “vivir bien” La ética es el arte de elegir lo que más nos conviene y vivir lo mejor posible; el objetivo de la política es el de organizar lo mejor posible la convivencia social, de  modo que cada cual pueda elegir lo que le conviene. Cualquier persona que tenga la preocupación ética de vivir bien no puede desentenderse de la política. Si bien ambos conceptos se pueden interrelacionar también el autor menciona las diferencias entre ética y política.
La ética se ocupa de lo que uno mismo (tú, yo o cualquiera) hace con su libertad, mientras que la política intenta coordinar de la manera más provechosa para el conjunto lo que muchos hacen con sus libertades.
Comentario Personal
Al leer  “Ética para Amador” logré reflexionar acerca de mi propia vida (en todo ámbito) y todo lo que nos permita comprender el mundo de la moral y de la ética. Me cautivó la manera de expresar de Fernando Savater; sin caer en situaciones de inmensa seriedad y monotonía lo que suele caracterizar escritos de esta índole.
El autor, Fernando Savater, consigue  realizar una reflexión  sobre temas que generalmente las personas no nos detenemos a analizar, sin perder por ello el sentido del humor y la alegría que, según comenta en el texto, debe caracterizar a la ética.
Me causó mucho agrado la forma en que el autor guía el libro  ejemplificando  y/o efectuando analogías con un trasfondo histórico –y en ciertos párrafos a través de metáforas, que sin duda, son un buen elemento y método didáctico  para jóvenes, lo cual permite avanzar en la lectura con mayor comprensión y facilidad.
En corolario considero estrictamente insoslayable que los padres guíen a sus hijos en su proceso de crecimiento personal valorico y ético; de la misma forma que intenta hacerlo el autor en su obra, ya que sin ordenarle el actuar a Amador, le otorga una visión y/o los parámetros básicos que puede adquirir si se lo propone con libertad y responsabilidad; para llegar a tener la tan anhelada “buena vida”.







Nicole...                   

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